El Gobierno suspendió también las retenciones a la carne vacuna y aviar

El Gobierno amplió la política de retenciones cero, que hasta ahora alcanzaba a granos y subproductos, para incluir también a las exportaciones de carnes avícolas y bovinas. La medida, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni y oficializada vía decreto en el Boletín Oficial, regirá hasta el 31 de octubre de 2025 o hasta que se registren Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por un total de USD 7.000 millones.

"El Gobierno Nacional definió que habrá retenciones cero también para la exportación de carnes avícolas y bovinas hasta el 31 de octubre de 2025. Este el único gobierno que, ante las adversidades, responde bajando impuestos", expresó Adorni en la red social X.

El esquema exige a los exportadores liquidar al menos el 90% de las divisas dentro de los tres días hábiles posteriores a la presentación de la DJVE, como ya ocurre con los productos agrícolas. El objetivo es acelerar el ingreso de dólares en un contexto de fuerte tensión cambiaria, con supervisión del Banco Central, la Secretaría de Agricultura y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero.

La eliminación de retenciones al agro era un reclamo persistente de productores y entidades rurales. Hasta ahora abarcaba a soja, trigo, maíz y subproductos; con esta ampliación, se busca fortalecer la competitividad exportadora y apuntalar el flujo de divisas.

El anuncio se da en medio de una creciente presión cambiaria tras el revés electoral en la provincia de Buenos Aires y las dificultades en el Congreso. La semana pasada, el Banco Central se vio obligado a vender reservas durante tres jornadas consecutivas, aun en un escenario en el que debería acumularlas.

No es la primera vez que el Ejecutivo avanza en este camino: a comienzos de 2025 redujo un 20% las retenciones hasta junio y eliminó el gravamen a las economías regionales. La marcha atrás parcial en julio mostró lo complejo de sostener estos incentivos de forma prolongada.

El impacto de la nueva medida se vio de inmediato: el dólar cayó 5% y cerró en $1.440, lo que alimenta la expectativa de un menor nivel de intervención del Banco Central en las próximas ruedas.